lunes, 28 de junio de 2010

jueves, 13 de mayo de 2010

EDUCACIÓN SEXUAL PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD

“El sexo

es siempre político,

pero hay períodos históricos

en los que la sexualidad

es más intensamente contestada y

más abiertamente politizada. En tales períodos

el dominio de la vida erótica es, de hecho,

renegociado”

Gayle Rubin

La discusión sobre la pertinencia de realizar educación sexual en las escuelas, sigue todavía en debate dentro de la sociedad española. Esta discusión engloba muchos aspectos como pueden ser opiniones individuales, debates morales, discusiones científicas, manifestaciones impulsivas, discursos de todo tipo. Todo para intentar poner una solución a este dilema-necesidad-problema. Pero mientras todo esto sucede, el verdadero problema se está haciendo cada vez más grande. Ya que está llegando a toda la sociedad un “educación sexual” sin planificación, ni objetivos, ni seriedad. Esta es la mayor irresponsabilidad, negligencia y ceguera de las personas que se oponen a la educación sexual y algunas de los que creen que la favorecen. Esta “educación sexual informal” que está llegando y calando en la sociedad es una educación sexual sin valores, llena de estereotipos y falsas creencias, mitos, con prejuicios, sesgada, patriarcal, que queda impartida por los medios de comunicación en series, publicidad, películas, etc…, por la familia y escuela que en muchas ocasiones no tienen la información y las herramientas necesarias, e incluso otras muchas veces por el “silencio” que a muchas personas le supone hablar de temas de sexualidad y que también es una forma de educar. Todo esto genera discriminación, embarazos adolescentes no planificados, violencia interpersonal y patriarcal, incapacidad para resolver conflictos, infelicidad, disfunciones sexuales,… tanto para hombres como para mujeres. Pero las mujeres sufren doblemente toda esta discriminación y falta de información. Dentro del campo del derecho en este aspecto de la Educación Sexual en España se ha conseguido un logro, el jueves 4 de marzo de 2010 se publicó en el BOE núm. 55, la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo su objetivo es garantizar en un entorno libre de coerción, discriminación y violencia, los derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, regular las condiciones de la interrupción voluntaria del embarazo y establecer las correspondientes obligaciones de los poderes públicos. Dentro de esta ley, en el Titulo Primero “De la Salud Sexual y Reproductiva”, el Capitulo III, está dedicado a las Medidas en el Ámbito Educativo, en el cual hay dos artículos; Artículo 9.- Incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo. El sistema educativo contemplará la formación en salud sexual y reproductiva, incluyendo un enfoque integral que contribuya a: a) La promoción de la igualdad entre hombres y mujeres con especial atención a la prevención de la violencia de género, agresiones y abusos sexuales. b) El reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual. c) El desarrollo armónico de la sexualidad. d) La prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual y especialmente la prevención del VIH e) La prevención de embarazos no planificados. Artículo 10.-Actividades formativas. Los poderes públicos apoyarán a la comunidad educativa en la realización de actividades formativas relacionadas con la educación sexual, la prevención de infecciones de transmisión sexual y los embarazos no planificados, facilitando información adecuada a los padres y las madres. Como se puede observar desde al campo del derecho esto realmente es un logro. Pero desde el campo pedagógico-político el debate está totalmente abierto, porque ¿estarán todos los centros educativos dispuestos a impartir sesiones de educación sexual?, ¿Quién se hace cargo de esta educación sexual?, ¿Qué contenidos se van a impartir?, ¿cómo se van a impartir? Desde mi punto de vista la educación sexual "constituye un proceso formativo, dinámico y permanente, que promueve el desarrollo integral del ser humano, contribuyendo así al desarrollo social de su comunidad" . Desde esta perspectiva, la educación sexual mejora las condiciones de vida de niños, niñas, adolescentes, previene problemas de salud psico-física-social, y promueve el cumplimiento de los derechos humanos, fomentando la igualdad entre varones y mujeres así como la convivencia familiar y social. La educación sexual promueve la internalización de valores sin estereotipos, en un marco de equidad. Además promueve el cuidado propio y el de las demás personas, fomenta la equidad de derechos, facilita el desarrollo de actitudes positivas en torno a la sexualidad y desarrollo de habilidades sociales. La educación sexual constituye un "proceso intencional, constante y transversal, tendiente a que el alumnado integre saludablemente su dimensión sexual a su accionar cotidiano" La formación en educación sexual va mucho más allá de dar unas pautas o información relacionadas con el uso del preservativo o de las infecciones de transmisión sexual. La Educación Sexual lo que pretende es crear espacios donde de creen personas reflexivas con respecto a las relaciones sexuales, con valores, y tener los conocimientos amplios acerca de que la sexualidad. Lo que se tiene que realizarse es intentar desarrollar una práctica orientada también por las preocupaciones de las teorías feministas, los estudios gays y lésbicos, así como por los estudios queer, pensar la educación sexual implica comprender las relaciones de poder que construyen subjetividades sexuadas y generizadas, es pensar en el conocimiento como ejercicio político de desnaturalización de las desigualdades y en las posibilidades que tiene la institución escolar de hacer de las vidas y los cuerpos, lugares habitables y placenteros. Por eso sexualidad no es sólo una cuestión personal, es también una cuestión social y política, de allí que involucra a la escuela, y es esencial su participación ya que es un espacio primordial para la socialización de niñas, niños y adolescentes. “El proceso de escolarización del cuerpo y la producción de la masculinidad/feminidad, demuestran cómo la escuela practica -tácitamente- una pedagogía de la sexualidad, o el disciplinamiento de los cuerpos. Esa pedagogía es muchas veces sutil, discreta, continua, y, casi siempre, eficiente y duradera. De ese modo, la escuela "marca" a los sujetos con registros de comportamientos y modos de ser que quedan grabadas en las historias personales como los adecuados y normales”. Es por tanto que la educación y las ideas que la sociedad en general y más concretamente en este caso la escuela, transmiten e incentivan en sus procesos educativos es una sexualidad “heteronormativa”. En la que tanto las mujeres como los hombres “de verdad” deberán ser heterosexuales y serán educados y estimulados para ello, dentro de esa idea de “normalidad” heterosexual, machista y patriarcal. Por lo tanto, la Educación Sexual podría ser una herramienta totalmente útil para conocer, comprender y desprenderse del género y entender la sexualidad no como algo innato en los propios cuerpos y que aparece como inherente en las personas, si no que realmente ampliando y reflexionando el concepto de sexualidad se observa que, la sexualidad es todo un conjunto de efectos producidos en los cuerpos, comportamientos y relaciones sociales, debido al despliegue de una compleja tecnología política, siguiendo la afirmación de Teresa de Lauretis. Esta tecnología del género se sostiene sobre lo que la teórica lesbiana Monique Wittig definió como el contrato heterosexual, aquel "acuerdo entre sistemas teóricos y epistemológicos modernos de no cuestionar el a priori del género y de sostener que la oposición sociosexual entre hombre y mujer sea el momento necesario y fundante de toda cultura". Entonces de nuevo llego a cuestionarme otras preguntas, porque esa Educación Sexual que se está pensando desde los distintos ámbitos, ¿está dispuesta a entender la heterosexualidad como una institución política, y no meramente como práctica sexual? Ya que si esta heterosexualidad normativa, es capaz de calar y de instalarse en la sociedad como lo ha hecho de forma implícita y constante, orientando nuestras formas de pensar y actuar, creando todo tipo de discursos de lo que es lo “aceptable” y lo que no lo es, lo que es pertinente aprender y lo que es inconveniente saber ¿hasta qué punto todo esto no está calando también en la manera en que se está pensando en la forma de impartir esta Educación Sexual? Es inevitable reflexionar sobre esto; de que si realmente se está pensando la Educación Sexual de una manera efectiva y para ello es imprescindible tener en cuenta los agentes que intervienen en este proceso educativo y partir de una reflexión y cuestionamiento previos. El profesorado. La capacidad de todo el profesorado para una profunda reflexión sobre la propia sexualidad, dada la construcción de la identidad del o la docente y la constante desexualización como forma de regulación de la sexualidad del alumnado. La institución. Es el lugar de las respuestas y lugares seguros. ¿Cómo abordar institucionalmente la sexualidad que es algo que circula y fluye, muy lejos de la estabilidad? En principio, una tarea primordial sería registrar que la sexualidad "no es un problema", sino un lugar al cual se adhieren los problemas; emerge y se inscribe de ese modo por las representaciones hegemónicas que existen sobre la misma. El discurso del peligro, la prevención y el cuidado que se instala en las escuelas, viendo a niños, niñas y jóvenes como portando cierta "peligrosidad", silencia de forma casi absoluta al discurso del placer, del deseo, de los permisos. El alumnado. Entender que son sujetos de derecho, sujetos de sexualidad y no objetos de información, prestando atención al deseo de las alumnas, porque se las suele colocar en el lugar de la victimización. El conocimiento. La educación sexual no puede quedar atrapada en la lógica escolar, que escolariza el conocimiento, lo vuelve estable, lo despolitiza, lo coloca en el lugar de las preguntas aceptables y correctas. Si el género promueve un encadenamiento de significaciones que insiste en su estabilidad y permanencia: existen dos sexos (determinados por los genitales pene/vagina), dos cuerpos (varón/mujer), dos géneros (femenino/masculino) y un deseo, con una dirección obligatoria y compulsiva hacia el sexo opuesto (heterosexual), ¿qué tiene que ver esto con los modos de conocer? Eve Sedgwick, teórica queer, habla del closet (esa forma escondida y secreta de vivir la sexualidad no hegemónica) entendiéndolo como "una epistemología", o sea, como un "modo de organizar el conocimiento/ignorancia". Esta epistemología ha marcado nuestras concepciones de sexualidad mediante un conjunto de oposiciones binarias con las que operamos, especialmente en las escuelas, como estos pares: homosexual/heterosexual; femenino/masculino; privado/público; secreto/revelación; ignorancia/conocimiento; etc. Con lo cual para trabajar la Educación Sexual en la escuela hay que analizar la idea de la “heteronormatividad” y trabajar desde un punto de vista más amplio que no sea solo dar información sobre los métodos anticonceptivos y las infecciones de trasmisión sexual, desligarlo de las ideas dualistas de los conceptos de sexo referido al cuerpo y género a la cultura, para poder terminar con la idea de la sexualidad “normal”, conductas sexuales “normales”, etc… y romper con las ideas reduccionistas y no equitativas entre personas. Por ello, la Educación Sexual que se va a impartir en las escuelas debe ir unida a los estudios feministas, lésbicos, gays y queer, y a todo el movimiento activista relacionado con la sexualidad y el género, para poder construir unos contenidos, espacios, profesorado y alumnado fuera de la visión heteronormativa que se nos inculca desde que nacemos.

BIBLIOGRAFÍA:

- Barragán Medero, F. (1991). “La Educación Sexual. Guía Teórica y Práctica”. Barcelona. Paidós.

- De Lauretis, T. (2000). “Diferencias. Etapas de un Camino a través del Feminismo”. Madrid. horas y HORAS.

- Flores, V. (2007) Artículo; “Educación Sexual. Ruptura o estabilidad del contrato heterosexual”.

- Kaplan, H. (1991). “El Sentido del Sexo”. Barcelona. Grijalbo.

- López Sánchez, F. (1985). “Principios Básicos de la Educación Sexual”. Salamanca. ICE- Universidad de Salamanca.

- Wittig, M. (2006). “El Pensamiento Heterosexual y otros ensayos”. Barcelona. Egales. OTROS:

- Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo del jueves 4 de marzo de 2010 publicada en el BOE núm. 55.

viernes, 26 de marzo de 2010

Ahhh..¿pero es una niña? como no lleva pendientes, pensé que era un niño!!

La mente del ser humano cuando procesa información completa los "huecos" que faltan rellenándolos de datos almacenados en la memoria construída a partir de las experiencias acumuladas a lo largo de la vida. Las categorías cumplen en este caso una función primordial, ya que la información recogida en cada categoría agrupa características similares de los objetos categorizados y nos permite extrapolar conclusiones de categorías generales a cuestiones particulares. Además el uso por parte de la memoria de las categorías optimiza nuestros recursos memorísticos ya que no procesamos de forma individual lo que vemos (olemos, tocamos, imaginamos, etc..) si no que vamos utilizando las categorías para explicar y comprender el mundo. Por ejemplo, podemos tener experiencias con muchos animales a lo largo de nuestra vida; nuestra perrita, el gato de mi vecino y el hámster que tuve de pequeña. No me ha hecho falta describir cómo era esa perra, el gato o el hámster porque habéis recurrido a imágenes, recuerdos y experiencias (visuales, táctiles, auditivas, etc..) de vuestra memoria para "imaginaros" como eran estos animales. Habéis utilizado estas categorías de información. Con el género pasa lo mismo. El género es una categoría de información que nos "facilita" la vida. Nos la "facilita" porque simplifica el procesamiento que hacemos del mundo, es una categoría más. Las categorías usan los aspectos que son similares o iguales para construirse, es decir, si una categoría no contiene elementos que son parecidos no es útil porque no podría utilizarse esa información para rellenar ningún "hueco" de información. El género lo utilizamos en occidente (en concreto, España, ya que por ejemplo en la India existe un tercer género/sexo los Hijras, véase http://es.wikipedia.org/wiki/Tercer_sexo), para dividir a los seres humanos en dos categorías: hombre y mujer. Asumiendo que estas categorías son representativas de las personas que las componen. Pero ésta es la gran trampa (mental y social) porque la hetereogeneidad es la característica principal que une a los individuos dentro de cada categoría: las personas categorizadas varones tienen más diferencias entre sí que aspectos en común y las personas categorizadas mujeres igual. Aquí viene la gran pregunta ¿qué es antes el huevo o la gallina?, ¿las mujeres se comportan como mujeres porque es algo innato ó las tenemos que educar para que sean mujeres y se comporten como tal? Simone de Beavoir afirma en su libro "El segundo Sexo"(1949) que "no se nace mujer, se llega a serlo", por tanto utilizando esta reflexión histórica podemos afirmar a su vez que tampoco se nace varón, se hace. Por tanto las categorías de género que simplifican el mundo nos facilita el procesamiento de información, pero rellenamos los huecos con información sesgada, no real, es decir: inútil. Cuando tratamos a una persona varón como "hombre"(categoría de género masculino) estamos obviando las características que lo diferencian de esta categoría y asumiendo como suyos todos los aspectos que esta etiqueta contiene. Es decir, lo tratamos como se supone que es un varón y además esperamos de él que se comporte de una determinada forma. Así la vida es más fácil, pero no es real.
La interiorización del género se realiza poco a poco y a lo largo de toda la vida; nos recuerdan y nos recordamos lo que somos y lo que debemos ser: hombres o mujeres. Con todo lo que cada categoría tiene y con todo lo que nos está prohibido tener.
El género es una construcción cultural que se enseña desde antes del nacimiento a través de los comportamientos, emociones, afectos que las personas que nos rodean tienen hacia nosotras/os. En cada cultura las prendas y complementos que están asignados a cada género están determinados y asumidos para que podamos determinar sin temor a equicarnos si un bebé es niña o niño y por tanto podamos tratarlo/a como tal.
Cuando un bebé lleva pendientes es una niña y cuando no los lleva es un niño. El género femenino asume en su categoría a las personas que poseen los genitales femeninos y el género masculino asume en su categoría a las personas que poseen los genitales masculinos. Como los genitales no se observan a simple vista, los pendientes se convierten en los bebés la representación culturalmente aceptada de los genitales femeninos. Si hay pendientes es que esa persona tiene genitales femeninos, si no lleva pendientes tiene genitales masculinos.
La mente busca la información que concuerda con las categorías con las que se opera en el procesamiento de información, en este caso dos categorías dicotómicas y excluyentes: varón y hembra. Si sólo utilizamos las categorías hombre y mujer para designar a las personas, estaremos fomentando el encasillamiento en dos etiquetas no representativas de la realidad. Por ello hay que acabar con las categorías de género. Hay que romper con las dicotomías porque no son reales. Las "mujeres" no somos todas iguales ni los "hombres" somos todos iguales. Todas las personas tenemos elementos que tradicionalmente se ha asignado a cada una de las categorías: todas/os somos mujeres y hombres al mismo tiempo. Somos libres de las categorías, estamos fuera de ellas, no nos representan. Hay que cambiar las estructuras normativas; hay que acabar con ellas. No podemos seguir contribuyendo a que las mentes utilicen información sesgada de género para definir a las personas. Por eso reivindicamos que se acabe con la perforación y decoración con pendientes de las orejas de las bebés niñas, porque entonces estaremos contribuyendo a la perdurabilidad de las categorías excluyentes mujer y hombre, porque estaremos contribuyendo a que las mentes sigan utilizando la información contenida en las categorías de género para tratar a los/as bebés de forma diferente; de manera igual a todas/os los que pertenecen a su misma categoría.
Pasemos a la acción, acabemos con las estructuras normativas del género; ¡¡¡es la hora de la revolución de los pendientes!!!

sábado, 13 de marzo de 2010

¿PORQUÉ NUESTRO BLOG SE LLAMA “LA REVOLUCIÓN DE LOS PENDIENTES”?



Todo comienza cuando Sara y yo, compartiendo unos días juntas por el reciente primer cumpleaños de Alejandra, comenzamos a vivir muy en primera persona, y más que nadie Sara que comparte tanto tiempo con Ale, “momentos” los cuales nos transmitían un cóctel de emociones y sentimientos que al principio nos resultaban graciosos, luego no tan graciosos, luego nos daba rabia y en el último extremo nos resultaban indignantes.
Nos indigna el hecho de vivir en una sociedad tan cuadriculada que si te sales del “ideal de normalidad” todo parece raro, extraño y te expones a que cuestionen todo de ti, sin ningún tipo de problema por el hecho de que “no es lo normal”. Nos indigna también el hecho de que algunas personas, por el hecho de tener esa mente tan cuadriculada, puedan hacer cualquier tipo de comentario, sin reflexionar, pensar de antemano y abrir un poco su mente antes de soltar tanta “insensatez” por la boca. Nos indigna muy pero que mucho la idea de que vivamos en esa constante dicotomía de mujer y hombre con sus roles asociados así sin más, porque hacen que seamos simples títeres, los cuales somos guiadxs por esa mano llamada “patriarcado”, que nos guía como quiere para su propio beneficio, nos indigna también…….. bueno muchas cosas más que iremos contando a lo largo de este blog, que nos va a servir como forma de expresar, reflexionar, criticar, todo aquello que no nos gusta de la sociedad patriarcal y machista en la que vivimos.
¿Porqué, “La revolución de los Pendientes”?, la verdad que muy sencillo. Es el hecho principal por el que comienza ese dilema para muchas personas, cuando ven a un bebé y no saben inmediatamente si es niña o niño para poder clasificar según el sistema de género y no sentirse en un terreno abstracto que produce miedo ya que se sale de la idea de dualidad permanente y esa dicotomía “inquebrantable”.
Eso pasa cuando una bebé, no lleva uno de los marcadores sociales de sexo más frecuentes en nuestra sociedad, es decir, los pendientes. Elementos simbólicos que se les ponen a las niñas en el lugar más visible del cuerpo, como son las orejas, bueno y esto combinado con el vestidito de volantes rosa, con el gorrito rosa, y los zapatitos de charol rosa, ya que otro de los marcadores sociales de sexo son los colores rosa y azul, para niñas y niños respectivamente, y aunque evidentemente se trata de un código artificial y socialmente construido, el orden simbólico ejerce una presión tan fuerte en el inconsciente colectivo que cuando alguien se sale de esas pautas crean conflicto y situaciones incómodas para muchas personas. El uso de los pendientes no tiene otro significado que de clasificar a una persona dentro del género femenino o masculino y así poder saber cómo tenemos que dirigirnos y no caer en ese terreno abstracto que produce miedo del que hablábamos antes.
Por eso, creemos que un paso importante para desmontar esa dicotomía que nos imponen desde que nacemos es reivindicar el “no uso” de los pendientes porque una de las formas para crear cambio es que la gente entre en conflicto y repiense y reconstruya sus “manías y podridas” estructuras dicotómicas.

viernes, 12 de marzo de 2010

Calzedonia

Este anuncio me ha resultado irritante. Con su musiquita melosa y con la enorme similitud a una comedia romántica americana nos llega alto y claro su mensaje: queremos que sea una niña y que se comporte como tal, es decir, vista como una niña/mujer y por ende, consuma nuestros productos. Que se ponga calcetines de bebe-niña de color rosa para que todo el mundo reconozca que es una niña y la trate como tal..y asi durante toda su vida de niña-mujer, fomentando los valores estéticos y el ser para otros, como propios de la categoría mujer...los roles de género son las clasificaciones de las que se nutre la publicidad para homogeneizarnos e inevitablemente diferenciarnos de la otra mitad de la humanidad; los hombres. Ni que decir tiene que el anuncio no contempla la trasgresión de los mandatos de género y no concibe un bebe-niño con los calcetines rosa...por cierto os habéis preguntado ¿cuál es la reacción de las personas cuando ven a un bebe con unos calcetines rosa?..seguiremos este análisis en otro momento solo diré que el rosa no es sólo un color...

lunes, 8 de marzo de 2010

la revolución de los pendientes

El género es esa construcción sociocultural que nos limita a las feminidades y masculinidades: roles, emociones, palabras, sentimientos, afectos,...quedan marcados por los colores rosa y azul de nuestras ropas. ¿Qué significa ser hombres/mujeres? ¿tienen significado unívoco?..Si existen tantas feminidades como mujeres existen, puesto que cada mujer define su propia feminidad, podemos decir sin temor a equivocarnos que el constructo feminidad no dice nada.

No hay nada que nos una en la categoría mujer, ni hay nada que nos una en la categoría hombre...

Es hora de hablar de las personas... es la hora de olvidar el género...es la hora de la revolución de los pendientes...