“El sexo
es siempre político,
pero hay períodos históricos
en los que la sexualidad
es más intensamente contestada y
más abiertamente politizada. En tales períodos
el dominio de la vida erótica es, de hecho,
renegociado”
Gayle Rubin
La discusión sobre la pertinencia de realizar educación sexual en las escuelas, sigue todavía en debate dentro de la sociedad española. Esta discusión engloba muchos aspectos como pueden ser opiniones individuales, debates morales, discusiones científicas, manifestaciones impulsivas, discursos de todo tipo. Todo para intentar poner una solución a este dilema-necesidad-problema. Pero mientras todo esto sucede, el verdadero problema se está haciendo cada vez más grande. Ya que está llegando a toda la sociedad un “educación sexual” sin planificación, ni objetivos, ni seriedad. Esta es la mayor irresponsabilidad, negligencia y ceguera de las personas que se oponen a la educación sexual y algunas de los que creen que la favorecen. Esta “educación sexual informal” que está llegando y calando en la sociedad es una educación sexual sin valores, llena de estereotipos y falsas creencias, mitos, con prejuicios, sesgada, patriarcal, que queda impartida por los medios de comunicación en series, publicidad, películas, etc…, por la familia y escuela que en muchas ocasiones no tienen la información y las herramientas necesarias, e incluso otras muchas veces por el “silencio” que a muchas personas le supone hablar de temas de sexualidad y que también es una forma de educar. Todo esto genera discriminación, embarazos adolescentes no planificados, violencia interpersonal y patriarcal, incapacidad para resolver conflictos, infelicidad, disfunciones sexuales,… tanto para hombres como para mujeres. Pero las mujeres sufren doblemente toda esta discriminación y falta de información. Dentro del campo del derecho en este aspecto de la Educación Sexual en España se ha conseguido un logro, el jueves 4 de marzo de 2010 se publicó en el BOE núm. 55, la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo su objetivo es garantizar en un entorno libre de coerción, discriminación y violencia, los derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, regular las condiciones de la interrupción voluntaria del embarazo y establecer las correspondientes obligaciones de los poderes públicos. Dentro de esta ley, en el Titulo Primero “De la Salud Sexual y Reproductiva”, el Capitulo III, está dedicado a las Medidas en el Ámbito Educativo, en el cual hay dos artículos; Artículo 9.- Incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo. El sistema educativo contemplará la formación en salud sexual y reproductiva, incluyendo un enfoque integral que contribuya a: a) La promoción de la igualdad entre hombres y mujeres con especial atención a la prevención de la violencia de género, agresiones y abusos sexuales. b) El reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual. c) El desarrollo armónico de la sexualidad. d) La prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual y especialmente la prevención del VIH e) La prevención de embarazos no planificados. Artículo 10.-Actividades formativas. Los poderes públicos apoyarán a la comunidad educativa en la realización de actividades formativas relacionadas con la educación sexual, la prevención de infecciones de transmisión sexual y los embarazos no planificados, facilitando información adecuada a los padres y las madres. Como se puede observar desde al campo del derecho esto realmente es un logro. Pero desde el campo pedagógico-político el debate está totalmente abierto, porque ¿estarán todos los centros educativos dispuestos a impartir sesiones de educación sexual?, ¿Quién se hace cargo de esta educación sexual?, ¿Qué contenidos se van a impartir?, ¿cómo se van a impartir? Desde mi punto de vista la educación sexual "constituye un proceso formativo, dinámico y permanente, que promueve el desarrollo integral del ser humano, contribuyendo así al desarrollo social de su comunidad" . Desde esta perspectiva, la educación sexual mejora las condiciones de vida de niños, niñas, adolescentes, previene problemas de salud psico-física-social, y promueve el cumplimiento de los derechos humanos, fomentando la igualdad entre varones y mujeres así como la convivencia familiar y social. La educación sexual promueve la internalización de valores sin estereotipos, en un marco de equidad. Además promueve el cuidado propio y el de las demás personas, fomenta la equidad de derechos, facilita el desarrollo de actitudes positivas en torno a la sexualidad y desarrollo de habilidades sociales. La educación sexual constituye un "proceso intencional, constante y transversal, tendiente a que el alumnado integre saludablemente su dimensión sexual a su accionar cotidiano" La formación en educación sexual va mucho más allá de dar unas pautas o información relacionadas con el uso del preservativo o de las infecciones de transmisión sexual. La Educación Sexual lo que pretende es crear espacios donde de creen personas reflexivas con respecto a las relaciones sexuales, con valores, y tener los conocimientos amplios acerca de que la sexualidad. Lo que se tiene que realizarse es intentar desarrollar una práctica orientada también por las preocupaciones de las teorías feministas, los estudios gays y lésbicos, así como por los estudios queer, pensar la educación sexual implica comprender las relaciones de poder que construyen subjetividades sexuadas y generizadas, es pensar en el conocimiento como ejercicio político de desnaturalización de las desigualdades y en las posibilidades que tiene la institución escolar de hacer de las vidas y los cuerpos, lugares habitables y placenteros. Por eso sexualidad no es sólo una cuestión personal, es también una cuestión social y política, de allí que involucra a la escuela, y es esencial su participación ya que es un espacio primordial para la socialización de niñas, niños y adolescentes. “El proceso de escolarización del cuerpo y la producción de la masculinidad/feminidad, demuestran cómo la escuela practica -tácitamente- una pedagogía de la sexualidad, o el disciplinamiento de los cuerpos. Esa pedagogía es muchas veces sutil, discreta, continua, y, casi siempre, eficiente y duradera. De ese modo, la escuela "marca" a los sujetos con registros de comportamientos y modos de ser que quedan grabadas en las historias personales como los adecuados y normales”. Es por tanto que la educación y las ideas que la sociedad en general y más concretamente en este caso la escuela, transmiten e incentivan en sus procesos educativos es una sexualidad “heteronormativa”. En la que tanto las mujeres como los hombres “de verdad” deberán ser heterosexuales y serán educados y estimulados para ello, dentro de esa idea de “normalidad” heterosexual, machista y patriarcal. Por lo tanto, la Educación Sexual podría ser una herramienta totalmente útil para conocer, comprender y desprenderse del género y entender la sexualidad no como algo innato en los propios cuerpos y que aparece como inherente en las personas, si no que realmente ampliando y reflexionando el concepto de sexualidad se observa que, la sexualidad es todo un conjunto de efectos producidos en los cuerpos, comportamientos y relaciones sociales, debido al despliegue de una compleja tecnología política, siguiendo la afirmación de Teresa de Lauretis. Esta tecnología del género se sostiene sobre lo que la teórica lesbiana Monique Wittig definió como el contrato heterosexual, aquel "acuerdo entre sistemas teóricos y epistemológicos modernos de no cuestionar el a priori del género y de sostener que la oposición sociosexual entre hombre y mujer sea el momento necesario y fundante de toda cultura". Entonces de nuevo llego a cuestionarme otras preguntas, porque esa Educación Sexual que se está pensando desde los distintos ámbitos, ¿está dispuesta a entender la heterosexualidad como una institución política, y no meramente como práctica sexual? Ya que si esta heterosexualidad normativa, es capaz de calar y de instalarse en la sociedad como lo ha hecho de forma implícita y constante, orientando nuestras formas de pensar y actuar, creando todo tipo de discursos de lo que es lo “aceptable” y lo que no lo es, lo que es pertinente aprender y lo que es inconveniente saber ¿hasta qué punto todo esto no está calando también en la manera en que se está pensando en la forma de impartir esta Educación Sexual? Es inevitable reflexionar sobre esto; de que si realmente se está pensando la Educación Sexual de una manera efectiva y para ello es imprescindible tener en cuenta los agentes que intervienen en este proceso educativo y partir de una reflexión y cuestionamiento previos. El profesorado. La capacidad de todo el profesorado para una profunda reflexión sobre la propia sexualidad, dada la construcción de la identidad del o la docente y la constante desexualización como forma de regulación de la sexualidad del alumnado. La institución. Es el lugar de las respuestas y lugares seguros. ¿Cómo abordar institucionalmente la sexualidad que es algo que circula y fluye, muy lejos de la estabilidad? En principio, una tarea primordial sería registrar que la sexualidad "no es un problema", sino un lugar al cual se adhieren los problemas; emerge y se inscribe de ese modo por las representaciones hegemónicas que existen sobre la misma. El discurso del peligro, la prevención y el cuidado que se instala en las escuelas, viendo a niños, niñas y jóvenes como portando cierta "peligrosidad", silencia de forma casi absoluta al discurso del placer, del deseo, de los permisos. El alumnado. Entender que son sujetos de derecho, sujetos de sexualidad y no objetos de información, prestando atención al deseo de las alumnas, porque se las suele colocar en el lugar de la victimización. El conocimiento. La educación sexual no puede quedar atrapada en la lógica escolar, que escolariza el conocimiento, lo vuelve estable, lo despolitiza, lo coloca en el lugar de las preguntas aceptables y correctas. Si el género promueve un encadenamiento de significaciones que insiste en su estabilidad y permanencia: existen dos sexos (determinados por los genitales pene/vagina), dos cuerpos (varón/mujer), dos géneros (femenino/masculino) y un deseo, con una dirección obligatoria y compulsiva hacia el sexo opuesto (heterosexual), ¿qué tiene que ver esto con los modos de conocer? Eve Sedgwick, teórica queer, habla del closet (esa forma escondida y secreta de vivir la sexualidad no hegemónica) entendiéndolo como "una epistemología", o sea, como un "modo de organizar el conocimiento/ignorancia". Esta epistemología ha marcado nuestras concepciones de sexualidad mediante un conjunto de oposiciones binarias con las que operamos, especialmente en las escuelas, como estos pares: homosexual/heterosexual; femenino/masculino; privado/público; secreto/revelación; ignorancia/conocimiento; etc. Con lo cual para trabajar la Educación Sexual en la escuela hay que analizar la idea de la “heteronormatividad” y trabajar desde un punto de vista más amplio que no sea solo dar información sobre los métodos anticonceptivos y las infecciones de trasmisión sexual, desligarlo de las ideas dualistas de los conceptos de sexo referido al cuerpo y género a la cultura, para poder terminar con la idea de la sexualidad “normal”, conductas sexuales “normales”, etc… y romper con las ideas reduccionistas y no equitativas entre personas. Por ello, la Educación Sexual que se va a impartir en las escuelas debe ir unida a los estudios feministas, lésbicos, gays y queer, y a todo el movimiento activista relacionado con la sexualidad y el género, para poder construir unos contenidos, espacios, profesorado y alumnado fuera de la visión heteronormativa que se nos inculca desde que nacemos.
BIBLIOGRAFÍA:
- Barragán Medero, F. (1991). “La Educación Sexual. Guía Teórica y Práctica”. Barcelona. Paidós.
- De Lauretis, T. (2000). “Diferencias. Etapas de un Camino a través del Feminismo”. Madrid. horas y HORAS.
- Flores, V. (2007) Artículo; “Educación Sexual. Ruptura o estabilidad del contrato heterosexual”.
- Kaplan, H. (1991). “El Sentido del Sexo”. Barcelona. Grijalbo.
- López Sánchez, F. (1985). “Principios Básicos de la Educación Sexual”. Salamanca. ICE- Universidad de Salamanca.
- Wittig, M. (2006). “El Pensamiento Heterosexual y otros ensayos”. Barcelona. Egales. OTROS:
- Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo del jueves 4 de marzo de 2010 publicada en el BOE núm. 55.
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